Para ANPE, la educación tiene que estar inspirada en la cultura de la no violencia y paz, los centros educativos tienen que ser lugares de aprendizaje, tolerancia y respeto, que permitan a nuestro alumnado adquirir los conocimientos, actitudes y competencias que permitan su desarrollo, en el que la autoridad del profesor fundamente la calidad de la enseñanza y permita educar a nuestro alumnado como ciudadanos globales, críticos y comprometidos con sus derechos y los de otras personas.
Por esta razón, es imprescindible abordar la prevención desde edades tempranas, la mejora de la convivencia escolar y la erradicación de cualquier conflicto y situación de violencia en las aulas, esto debe ser una tarea y compromiso de toda la comunidad educativa. La Escuela debe ser el lugar de la convivencia y el aprendizaje que forme ciudadanos libres y responsables para, desde una educación en valores, contribuir a la trasformación y
mejora de nuestra sociedad.